jueves, diciembre 21, 2006

Ya no sé si es la OSN o la ASNA

Qué poco le dura la brillantez televisiva a algunas personas. Lo triste es que por lo general se debe a un mérito propio.

El domingo pasado, uno de los programas dominicales nocturnos de noticias, cedió algunos minutos a un personaje bastante pintoresco de nuestra faunarándula musical. Sí, a esa mujer que desborda sensibilidad –como carnes su vestido-, que es don de tempo –o de impromptus-, que tiene el coraje –y el cuajo- de pararse frente a músicos –algunos más que otros- para “dirigirlos” en la cada vez más venida a menos Sinfónica Nacional.

Ya he expuesto mis razones de por qué Mina Maggiolo no debe estar parada en un podio. Y, como para poner el parche antes que salga el chupo, la periodista del reportaje no tuvo mejor idea que la de decir “en un mundo que ha estado dominado casi exclusivamente por hombres”, como si quienes estuviéramos en desacuerdo –y en absoluto cuerdos- podríamos ser descalificados por “sexistas”, o mejor, “machistas”.

Pero, como expresé ya, no es necesario que uno escriba, sino que nuestros protagonistas nos den las anécdotas para transmitirlas.

Amén de ser ahora no sólo directora de orquesta, sino profesora de canto y preparadora de actores, se corona esta vez como erudita musical.

Para que entendamos todos el relato debo realizar algunas aclaraciones previas.

Estas fechas son propicias para los jóvenes artistas (hasta los veintiséis años) para presentarse a un concurso buscando ser solista de la Orquesta Sinfónica Nacional. Al ser la única en el país -a pesar que los mismos músicos se pasean por todas las que se van abriendo, incluida la ultimita de Sabat-, llega a ser una necesidad la de presentarse en dicho evento.

Como es de suponer, un ilustre grupo de maestros conforma el jurado calificador, siempre con la mirada del director, en este caso la directora.

Un buen amigo y excelente músico, de quien no diré nombre para no influir negativamente en la decisión del jurado, se presentó a la calificación. Amén de las idas y vueltas que tuvo que realizar -que puede sean motivo de otra publicación- el momento culmen, el paroxismo, el clímax, el orgasmo de la historia llega a sus retinas a continuación.

Clarinetista él, presentó una Rapsodia. Para quienes conocen de música deben estar sospechando que se trata de Debussy. La experimentada directora solicitó al joven músico conocer qué obra interpretaría, a lo que él respondió una rapsodia, maestra. Seguidamente, la directora solicitó que escogiera uno de los movimientos de la pieza… sorpresa del instrumentista. Las rapsodias no tienen movimientos.

A continuación, la respuesta del muchacho fue maestra, la obra no tiene movimientos. La erudición musical parló nuevamente: entonces toca un fragmento. Obligado por las circunstancias, uno de los jurados debió acotar maestra, cada solista ha utilizado quince minutos, y la obra que va a presentar el muchacho no dura más de ocho. Inmutable, la “maestra” pidió entonces que la hiciera toda.

Vuelvo yo a preguntar, ¿en qué país culturalmente de residuos orgánicos de animal (para que no suene muy fuerte la palabra mierda) estamos?

¿Nos merecemos a una ignorante musical como directora de orquesta?

¿Qué pasaría si al Ministerio de Educación se le ocurre evaluarla? ¿Sabrá lo que es la forma sonata y cómo está dividida? ¿Tendrá idea acaso de lo que son las tesituras? ¿Habrá aprendido ya a diferenciar en la partitura un calderón, de una pestaña caída sobre la última nota?

Ahora bien, desgraciadamente la culpa no la tiene Mina, la tiene quien la designó, quien le hizo creer que era directora, a pesar que en el Conservatorio parece que hace muchos años atrás le recomendaron se dedique a cualquier cosa menos a la música.

No es justo, nada justo que mi hijo no disfrute de un concierto bien dirigido. Que ni siquiera sepa que cuando un director cierra una obra suele tener una géstica descendente lateral derecha con la mano que termina en puño, y no las dos manos sostenidas en el cielo como alabando al Señor Bendito.

Más bien, elevemos nuestras manos hacia el cielo a ver si alguien se hace cargo y se contrata a un profesional. O para que los amigos reporteros no se arañen, una profesional.

CARLOS E. MONTALVÁN

viernes, octubre 20, 2006

El músico, poeta y loco

Si hay un músico en Latinoamérica que tuvo la capacidad de plasmar la belleza de lo cotidiano, ese ha sido Charly García.

Con o sin Nito, tuvo una etapa de real armonía literaria, sin dejar de lado la musical.

La belleza trasciende, pues lo que para mí era un descubrimiento -hace más de una década- de lo que significan los dos eternos médanos en ese blondo verano o no saber si reír o llorar de la normalidad de la familia Jones, es menester hoy de muchos de mis alumnos, casi dos generaciones de por medio.

Charly es un loco al cual, a estas alturas del partido, se le puede aguantar el que rompa amplificadores, salte interrumpiendo a sus músicos o se mande mudar en medio de una presentación. Pues el respeto por el público, en su caso, va más allá de verlo sobre el escenario.

Hoy, no es el mismo joven irreverente, es un anciano en decadencia. Hoy no tiene más letras eternas, dice say no more. Hoy su capacidad interpretativa y su agudísima voz están laceradas por los excesos de alcohol, tabaco y todo tipo de psicoactivos que pueda haberse introducido por todos los conductos conocidos en el cuerpo humano.

Hoy, después de haberlo oído hace poco, es más dios que nunca.

Hoy, al aguantar su raspada voz y sus involuntarias inflexiones sonoras, me he dado cuenta que Charly sigue siendo un genio.

Que de ese muchachito que a los 4 debutó y dictaba a los 16, que de ese poeta y músico, y de ese loco, que en él se pondera más que un poco, siguen saliendo las más cuerdas reflexiones, las más acertadas aseveraciones cual guadaña en campo cerrado.

A la pregunta necia de: ¿qué opinión tenés sobre las presentaciones en el Luna Park de Ricardo Arjona? El desquiciado y realista de Charly respondió: ¿y quién carajo es Ricardo Arjona?

Albricias, albricias. Loas sean dadas, cánticos de fervor y henchidos pechos de emoción ante la realidad más real de todas las realidades.

Entre vates y cantores Charly es voz autorizada.

Sigan escuchando a ese tal Arjona, sigan comprando sus discos, sigan aprendiendo sus canciones. Gracias a la ignorancia existe la erudición. Gracias a la huachafería se realza la estética.

Sigan pues consumiendo -como dije hace unos blogs- lo que millones de moscas no pueden estar equivocadamente comiendo.

CARLOS E. MONTALVÁN

jueves, octubre 05, 2006

A favor de las conciencias de San Isidro

Siempre me han causado gracia las páginas sociales del diario decano del Perú. Tenemos desde la ventana de la amiga Peschiera, hasta el Circo Beat, antes de Baldomero y hoy de la Huehara.

Es una suerte de caché encontrarse retratado en ellas. Estar levantando la copa en una última cata, en la presentación de “lencería fina” -o sea venta de calzones-, con sobrios encamisados tomando de la cintura a la modelo que seguro más tarde iría a pagar pato, previo desembolso, el almuerzo de ex alumnas de un colegio conocido o las huachafas reuniones de reencuentro de toda la familia such o which (para darle altura al “tal o cual”).

Qué cuernos puede significar para la realidad del país, para las reflexiones del Papa, o para las amenazas de bomba en el Asia, las diversas actividades que un grupo reducido realiza.

¿El almuerzo de camaradería tuvo como objetivo ayudar a los niños pobres? ¿Y por qué mejor no donaron la plata del vestido, los zapatos, la peluquería, los sacos, los cubiertos y los platillos incluidos, en lugar de restregar por la cara que otros no tienen qué comer, pero soy bueno porque como para ayudar?

Antes que mi bilis se siga esparciendo por entre los dientes, hago la explicación de mi introducción.

El día de hoy, en el decano de los diarios, ha aparecido una carta de apoyo al actual alcalde y a su postulación nuevamente a la gobernación del distrito de San Isidro.

Lo tristemente gracioso es que quienes apoyan la candidatura, no son las asociaciones de chocolateros, de limpia carros o de trabajadoras del hogar. Ellos y ellas deberían abogar por el alcalde que les brindó mayores oportunidades, de trabajo, seguridad laboral, apoyo incondicional, etcétera, etcétera.

Y es que no creo que juntando sus sueldos pudieran pagar tamaño “avisaje”.

Las firmas estaban encabezadas -pues “seguían firmas”- por apellidos de lo más circobiteros.

Nuestro país sigue siendo el de los desmesurados contrastes.

CARLOS E. MONTALVÁN

miércoles, octubre 04, 2006

Entre Pisco y Nazca

Ante tanta preocupación por las sucesivas menciones al aguardiente chileno como pisco y las conocidas intenciones de chilenizar la papa, el suspiro limeño y hasta el origen de la “chilemoya” propongo una cruzada peruana de contra propuesta.

Aquí algunas ideotas:

Curanto: a partir de la fecha, todo Huancayo y cualquier establecimiento alimenticio, debe ofrecer en su carta la “pachamanca de mar” como curanto. Propongo, además, añadir el curanto en olla. A través de un decreto de urgencia rebautizar Jauja como Curanto para que históricamente tengamos una explicación años más tarde.

Tormento: a partir de la fecha introducir en la música criolla el instrumento hecho para seguir el ritmo de la cueca. Asimismo, hacer un añadido a la cajumba de Cavagnaro del mismo aparato, para que, estando ya en la otra vida nuestro gran Mario, no se pueda aducir copia, sino que es parte de la imaginería del osito de felpa.

Empanadas calduas: todas las panaderías deben expender empanadas con relleno de sopas y caldos. Asimismo, se añadirá a los anales de historia de caldos Knorr y Maggi la tradición de estas empanadas y en la parte posterior de los empaques se incluirá recetas de las tradicionales empanadas calduas peruanas.

Pan amasado: continuando con el rubro panadería, se solicitará a los maestros panaderos comiencen a producir el tradicional pan amasado en casa, como antaño en la Lima invadida por las tropas chilenas…

La Isla San Lorenzo debe ser cambiada por Isla de Pascua, so pretexto que por allí han pasado los más grandes cara duras y caras de piedra de la política y el hampa.

Si alguno de los lectores tiene alguna otra idea, pues avise para seguir con esta cruzada pro peruana.

JJJJJJUIIIIIRAAAA.

El Perú es más que el pisco. A mí me encanta esta bebida, pero no me hace más peruano tomarla o no, lo mismo que se reconozca si es de aquí.

Vamos a empalar gustos, eso sí, con calidad y no con cantidad.

CARLOS E. MONTALVÁN

lunes, octubre 02, 2006

That’s the way, say it in quechua…

El quechua es el idioma nativo más hablado fuera del español en América Latina, al que le siguen el guaraní y el aymará.

Junto con nuestro país, es idioma oficial en Bolivia, Colombia y Ecuador, siendo específicamente hablado en Santiago del Estero, Argentina y San Pedro de Atacama en Chile.

Es pues, una lengua que gracias al Tahuantinsuyo, supo expandirse a lo largo de toda la extensión del Imperio Inca.

Sin embargo, el país de Arguedas (de todas las sangres) cuenta con un sinnúmero de lenguas nativas. Eso sí, de uso exclusivo en el territorio nacional. Algunos estudiosos han realizado una definición de 14 familias lingüísticas entre las que se encuentran el jíbaro, el bora-witoto o el pano. Esto es, el quechua no es precisamente la lengua exclusiva del Perú, sino que aparecen en la historia y en el uso diversas expresiones culturales por medio de otros idiomas.

Hago este proemio pues existe un cliché en muchos lugares de nuestra Lima al nombrar diversas empresas, grupos humanos o instituciones con una voz quechua.

Esta situación no tendría nada de extraño, si es que no fuera una justificación o una explicación –si se quiere- de la peruanidad, de la identificación con algo relacionado al Perú o simplemente para dejar entrever una identidad nacional nominal.

Si hay algo que siempre me ha llamado la atención en la Comunidad Héctor de Cárdenas, de la que pertenezco a 197, es esa fijación -de unos años atrás- por poner nombres en quechua a la gran mayoría de grupos que van surgiendo.

Y es que si en la “comuna”, como se le suele llamar, se utilizara el quechua como segunda lengua, o en las misas se hiciera la homilía en ésta, sería lógico su uso. Es más, si sólo uno de los participantes de los grupos que se bautizan con nombres quechuas, fuera de lengua materna quechua, sería preciso su uso.

Puedo entender que una empresa como wayra busque un impacto en lo publicitario con este nombre, pero jamás, como reflejo de la identidad nacional y preocupación por la realidad del país.

A mi modesto entender, la preocupación e identidad no pasan por el nombrar, sino más bien por el actuar. Y si mis acciones no traslucen ese peruano interés, pues la pose se vislumbra.

La condena es uno de mis más fáciles recursos. Esta vez no condeno, condono, pues no tenemos por qué saber que el quechua no es más exclusivo del Perú. Si queremos, a través de un nombre, reflejar nuestra identidad nacional, es mejor hacerlo en asháninka, porque son ellos los que más sufrieron, como comunidad, el embate de la ola terrorista de las dos décadas del terror en el Perú.

CARLOS E. MONTALVÁN

viernes, setiembre 15, 2006

La nueva Mina, esta vez sin Yanacocha

¿Me imaginan dictando clases de cerámica?

Claro, es que como en el colegio aprendí con el finado Carlos Lama y luego llevé un taller en la Parroquia San Felipe Apóstol, pues estoy capacitado para ser profesor.

¿Creen que soy capaz de ser director de teatro?

Pues claro, si desde chiquito soy un teatrero (¿no papás?). Y encima hice de Pachito en el aniversario del Héctor, y después hasta West Side Story en el Santa María.

Además, me encanta el teatro y desde párvulo me paseo por las salas viendo a los actores desarrollarse sobre las tablas.

Pero….. ¿a qué vienen estas reflexiones?

Pues resulta que acaban de nombrar Directora de la OSN a Mina Maggiolo.

¡Pero qué desastre! Como diría mi buen amigo Víctor Samuel.

Cuando me contaron de la designación no tuve más que condolerme con mi país. La cultura es una basura en este pedazo de tierra latinoamericana.

Lo que me preocupa es que la cultura sigue estando manejada por un grupo de compadres y comadres, y al parecer no tiene muchos visos de cambiar esta situación.

Si la elección de la nueva “directora” es porque me pareció que dirige bien, la pregunta que cabe hacerse es ¿cuáles son los parámetros de evaluación para decir que alguien “dirige bien”.

Según sé, esta “directora” no tiene ni idea de lo que significa un calderón, pues no se da cuenta de su existencia en una partitura y menos alarga el tiempo en el momento de la interpretación. Asimismo, no sabe ni marcar a cuatro y menos hace una indicación en los ensayos.

Si ser director de la Sinfónica Nacional significa pararse delante de la orquesta con la batuta y moverla de un lado a otro, escuchando lo que está sonando, hasta mi pequeño hijo puede ser director entonces, porque al escuchar música mueve las manitos. Eso sí, al ritmo de lo que oye.

Ahora bien, no es sólo el hecho de la designación, sino de la resignación de los maestros de la sinfónica (¿o es que Álvaro Roca Rey ya les metió el miedo y no les dará “panteones” nuevamente?) quienes en una demostración de mediocridad única y generalizada, no alzan la voz. Total, no nos va a exigir mucho, no ves que no sabe….

Si a mí me ponen a un jefe que no siento capaz, pues renuncio de inmediato.

Y, claro, ahora nos llenaremos de más gente bestia que aplaude entre movimiento y movimiento, pues a pesar de haber estado en el Metropolitan, no tienen idea que uno no junta las palmas, al menos, hasta que el director no se de vuelta a mirar al público.

Pero, eso sí, podrán pagar su entrada.

Dios quiera que el compañero presidente empiece a poner los ojos en este tipo de decisiones, pues la idea es dar cultura al país, no embrutecerla.

CARLOS E. MONTALVÁN

viernes, agosto 18, 2006

Un cuento, de mí, conmigo*

Había una vez... no.
Érase que… no.
En una tierra muy alejada… no.
¿Me puedes dejar empezar por favor?
Sí, tú, déjame tranquilo, ¿está bien?
Está bien, entonces. Es que no dejas que mis palabras fluyan.
¿Y qué quieres que haga? Si me lo han pedido como un favor.
A ver ahora…
Desde que la raza humana empezó a necesitar de compañía para cazar grandes animales que sirvieran de alimento, se vislumbró el concepto de comunidad. El primer intento comunitario fueron las hordas, grupos que buscaban encarar a las bestias más fuertes y grandes que ellos. Sin embargo, era ésta una convivencia temporal puesto que -ni bien conseguían su objetivo- emprendían rumbo hacia el encuentro de los seres que habían dejado al lado de la mujer…
Sí, sí. Si tenían que ir a ver a su familia, pues entonces ya habían formado una primera comunidad…
A empezar de nuevo…
Un hombre nación día… no. Un hombre nació un día… no. Un hombre nació de día, no de noche, es decir, al nacer el alba. Total, ¿era el hombre el que había nacido o el alba?
Otra vez tú, entrometiéndote en lo que no te importa. Y encima confundiendo a mis lectores.
¿Puedes por un momento dejarme tranquilo y no meterte más en lo que estoy escribiendo?
Gracias.
Tal vez si te lo cuento, o más bien, te lo hago recordar no te metas en lo que escribo.
Bueno.

Regresaba de cantar en una Misa. Era bastante entrada la noche y subí a un taxi. A uno de esos ticos que a veces uno maldice por cortar camino entre tu auto y el camión de carga que está a medio centímetro de ti, e igual pasa entre los dos.

Yo vestía el uniforme, impecablemente negro. Terno negro, correa negra, zapatos negros, incluso acababa de comprar pañuelos negros. Pero lo que tal vez definió la conversación de ese corto camino fue la camisa.

-Buenas noches, ¿cuánto me cobra a Benavides con Velasco Astete? ¿Cinco?, lléveme por cuatro que estamos cerca.

No terminaba de acomodarme en el asiento y cerrar la puerta, llegó la pregunta en primera, como esos balonazos que el nene Cubillas hacía entrar por el medio del arco sin que la pelota hubiera tocado el suelo antes de alcanzar sus pies.

-¿Es usted sacerdote?
-(Si supiera…) No, no señor, quise pero no pude. No pude con uno de los votos.
-¿Ah sí? pues, fíjese, yo toda mi vida fui ateo. Y en mi casa son católicos, ah…, practicantes. Pero hace un año que a mi hijo le diagnosticaron cáncer al páncreas. No sabe usted cómo le recé a Dios. Lo único que le pedía es que me lo salvara a mi hijo. Me volví bien creyente. Y él era ortodoncista, muy joven y le iba bien, tenía bastantes pacientes, plata no le faltaba. Pero le vino ese cáncer pues que le digo.
-Caramba, qué problema, pero ¿cómo salió todo?
-Bueno pues señor, fíjese usted que murió.

…Silencio.

-Y todo lo que recé no sirvió para nada señor.
-¿Pero no cree que esas oraciones lo acercaron a Dios?
-Ay señor, y de qué me sirvió acercarme a Dios si murió igual mi hijo.
-Bueno, a veces a la Divina Providencia no la entendemos. Nuestra humanidad predomina por encima de nuestra espiritualidad y hace que sólo nuestros ojos y cuerpos sientan el dolor.

…Silencio.

-Pero le repito, ¿qué me dio haber rezado tanto?


-Cóbrese… mire, de repente ese es el llamado que Dios le está haciendo. ¿No sabe usted acaso que ya su hijo está al lado de Dios? Y encima está más feliz que nosotros. Además, su hijo es ahora una bendición que desde el cielo lo está cuidando. Eso es lo que le ha dado el haber rezado, el acercarse a Dios, al que tenía tan lejos.

…Silencio.

-Por favor, bajo en la esquina, pasando el semáforo.
-Bien señor, pero ¿qué me puede usted decir, qué palabra me puede dar?
-Fíjese señor, solo usted sabe lo que puede haber sufrido y estar sufriendo en este instante. De hecho mis padres perdieron al primer hijo muy pequeñito y no me imagino cómo me sentiría yo si algo le pasara al mío. Sólo le puedo hacer una pregunta que alguna vez me hicieron a mí.
-¿Sí, cual?
-Cuando a usted le falta vitamina C, ¿qué hace?
-No sé, tomar limón, naranja…
-Exacto, y si le hace falta vitamina B.

…Silencio.

-Deberá tomar complejo B, ¿no es cierto?
-Sí, sí.
-¿Sabe qué vitamina le falta ahora mismo?
-No, no sé señor.
-Le hace falta vitamina FE.

…Silencio.

Abriendo la puerta –al llegar a mi destino- el señor me mira de reojo por el retrovisor y en el medio de la noche veo cómo sus ojos se empiezan a llenar de lágrimas, haciendo un gran esfuerzo por controlarse.

-Señor, es contundente lo que me ha dicho.
-En realidad señor, no le he dicho nada, tal vez es Dios el que hizo que subiera a su taxi en este mismo momento. Esa es la Divina Providencia.
-Gracias señor.
-Que Dios lo bendiga.

Cerrando la puerta empecé a caminar despacio hacia (la puerta de) mi casa. Volteé, y las luces del pequeño tico fueron desapareciendo hacia el sur.

En mi cuarto mi mujer dormía. Mi hijo descansaba en su cuarto. Me acerqué a él y le di un beso. Sin hacer ruido fui quitándome primero el saco, luego el pantalón y así hasta llegar a desabotonar la camisa.

…Esa camisa no tenía cuello, es decir, las solapas que caen y cubren la corbata. Tiene cuello Nehru. Y si está abotonada parece que fuera una de cuello romano, como las que usan los clérigos.

Esa noche de verano había empezado a enfriar el aire, así que la abotoné sin darme cuenta.

Y sin darme cuenta también, y sin quererlo, había conocido a un hombre dolido.

Sólo espero que ese dolor que compartió conmigo pueda ser reconfortado por ti, Señor.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Amén.

CARLOS E. MONTALVÁN

*solicitado por mi buen amigo Claudio Ferreira para una -nunca publicada- publicación de la Coordinación de Comunicación Integral del colegio.

sábado, julio 29, 2006

No mires la paja en el ojo ajeno, ni en la mano de Onan

Cuando nos remitimos al Diccionario de la Real Academia Española sobre el término onanismo, el resultado es el sinónimo masturbación.

Ahora bien, si prestamos atención a lo que es onanismo, no podemos dejar de revisar La Biblia en el Capítulo 38 del Génesis (para los curiosos). Resulta que como Er había sido malo a los ojos de Dios, el Todopoderoso se lo cobró, dejando viuda sin hijo, es decir, acorde con los tiempos, cultura e idiosincrasia, la mujer quedaría siendo un objeto sin dueño ni dependencia.

Según la ley, Onan debía casarse con Thamar, su cuñada viuda, para engendrar en ella el hijo de su hermano Er y así la mujer tuviera de quien depender y, sobre todo, pertenecer. Pero como el hombre es orgulloso, incluso desde el comienzo de la Historia Sagrada, Onan no atracaba la idea de tener un hijo suyo que no fuera suyo, pero sí de su hermano que a los ojos de Dios no era un buen elemento en la sociedad de ese entonces.

Es por ello que –delicadamente redactado en la Biblia- “vertía en tierra”, o en replana limeña, “la daba afuera”. Es decir, era un coitus interruptus.

¿Y qué viene a ser esa frase que parece lema de escudo de universidad? Pues nada más y nada menos que el conocido “marcha atrás”. Y no estoy siendo sarcástico, pues es también conocido con este término, a pesar que parezca vergonzante final de los añejos “Chistes de Quevedo”.

Onanismo, entonces, no debería ser equiparado a masturbación. Es más, ha sido un método anticonceptivo de contracepción desde muy antiguo, tanto que lo encontramos en el libro de libros. Y, aunque poco fiable, pues nadie asegura que el fluido de Cowper esté libre de espermatozoides, ha sido decisivo en el control de la natalidad de muchos ciudadanos del mundo, especialmente por su bajo costo. Hago la acotación que por no ser método natural, esa masa está condenada…

Ahora bien, este sujeto fue también de desagrado a los ojos de Dios explícitamente por la conducta mostrada frente a Thamar, por lo cual corrió la misma suerte del primogénito Er.

Para finalizar, la intención de este artículo es expresar mi deseo de reivindicar al buen Onan para que no se le mezcle con aficionados a la manual lubricidad del instinto primario.

CARLOS E. MONTALVÁN

lunes, mayo 22, 2006

Un Gigante*

Durante muchos años el Perú ha tenido los medios de comunicación manejados por personas o instancias que han buscado esconder la verdad, o al menos disfrazarla.

El ejemplo más cercano el del Fuji-montesinismo, quienes, comprando a unos a través de condonaciones de deudas financieras y a otros subvencionando publicaciones o pagando publicidad, hicieron de la política romana panem et circens el espectáculo de cada día.

Sin ir muy lejos, durante la dictadura de Velasco -el otro “chino”-, se tomaron los medios asumiendo que la revolución popular debía informar directamente al pueblo revolucionario. Nada menos revolucionario que esconder la verdad, pues al conocerla las bases se conmocionan y a partir de este tifón se revuelve la vida, para construir y comenzar de nuevo.

Ni qué decir de tantos diarios y revistas que vieron la luz un día y fenecieron al siguiente. No voy a citar nombres pues creo suficiente con hacerles recordar los árboles caídos, y a pesar de estar en otoño no necesitamos leña aún.

Es pues un acontecimiento gigante un número como el 800 de la edición de El Amigo. Gigante como la historia que lleva en ese bulky con tinta negra, gigante como la oportunidad que se nos dio de conocer temas que tal vez en casa eran tratados someramente pues “no lo íbamos a entender”, gigante como la posibilidad de escribir nuestras primeras redacciones, gigante como descubrir que era esa nuestra vocación, gigante como la emoción de revisar tu colección y encontrar que fuiste tú parte de la historia de tu colegio.

Ah sí, mi colección. Al principio odiaba tener que hacerle huecos al papel y semana a semana recopilar las hojas en un fólder de manila con fastener Wingo. ¡Cómo no dejara de salir una semana esta vaina! Y a Dios gracias no dejó de salir un solo lunes, bueno, a veces martes, pero ininterrumpidamente.

Eso es loable, pues recuerdo que si Juanito no iba a estar el fin de semana, lo dejaba terminado el viernes y, claro, nos hacía correr a redactores y directores. Pero eso es disciplina.

Hoy, casado, con un hijo, con una carrera de Comunicaciones hecha y una de Educación por terminar, con los 799 pedazos de la historia del Héctor puedo entender una vez más por qué elegí ser comunicador, pues el ser maestro es parte fundamental de la comunicación, y me doy cuenta que es porque siempre tuve la verdad en mis manos, porque cuando nadie se atrevía a hablar del narco-gobierno, allí estaba la editorial de El Amigo, porque cuando unos fideos pretendieron matar al pantano, allí estaba el testimonio de los alumnos en un artículo contando del plantón frente a la fábrica, porque cuando todos tenían miedo de salir a las calles, allí estuvo la convocatoria a la Marcha de los Cuatro Suyos.

Y hoy, con El Amigo del Ex-Alumno puedo conocer a través de la Web en qué andan esos muchachos con los que crecí, ese que me caía mal, esa por la que me moría, o simplemente del que nunca tuve noticias en el recreo, pero al que veía todos los días de mi vida.

Es fundamental para mi vida profesional y personal esto que están hoy día leyendo –si me publicaron-, puesto que dio a luz a mis ideas, alimentó mi interés por la noticia y la necesidad de estar informado y sobre todo de informar.

Gracias Amigo, por este gigante número, El Amigo 800.

Carlos Enrique Montalván (Prom 96)

*El Amigo, publicación semanal del Colegio Héctor de Cárdenas, ha celebrado sus 800 ediciones. Yo, como parte del equipo editor (sub-director) durante mi época escolar fui invitado a escribir con motivo de este suceso.

CARLOS E. MONTALVÁN

viernes, mayo 19, 2006

¡Guau! Sí, guau los niños

Cuando era niño e íbamos a hacer las compras en Monterrey de la Av. Pezet –hoy Vivanda- estábamos siempre los cuatro: Fernando, Pilar, Carlos Enrique y Pablo. Recuerdo el “cruza de la mano”, o “no te adelantes tanto que puede venir un carro”, mis papás siempre tuvieron mucho cuidado en que no nos sucediera percance alguno.

Eso sí, siempre nos mantuvieron en libertad y hoy me siento respetado en mi humanidad viendo la situación en retrospectiva. Y es que viene a mi memoria la imagen extraña de un niño llevado por sus padres, o creo que ni siquiera por sus padres, sino por la “nana” -porque qué de poca clase decir que es la empleada- con una especie de cordón telefónico de la época (ese que se enrulaba) sujetando la muñeca del niño y con un aditamento igual para quien lo llevaba.

Tengo en mente la cara de mi papá no sabiendo qué decir ante mi pregunta y respondiendo “es que creen que es un perrito”.

Pues creo que el tiempo le dio la razón a “donan”, mi padre, ya que hace unos días en el Jockey Plaza, esta vez con mi familia: Carlos Enrique, Vanessa y Carlos Emilio, saliendo de Niño & Ideas, en donde el bebe hizo desmadre y medio, vimos a un niño perrito…

O algo parecido, porque ya no era el aparato de antaño, sino un verdadero correaje canino.

Mi cara de estupor debe haber asustado a muchos, pues me pareció el colmo de los colmos. ¡Cómo es posible que tengan a un niño amarrado!

Era realmente un correaje de paseo para animales, con cinturón en el torso, enganche en la espalda y correa que se alarga para dar mayor espectro de movimiento.

No es necesario abundar en reflexiones, pues ustedes queridos lectores guardan casi el mismo respeto por el ser humano que yo.

Así que si encuentran en su camino un niño hijo de perra, recuerden que de él no depende, sino de los perros de sus padres.

Ah, y me olvidaba, lo paseaba su nana.

CARLOS E. MONTALVÁN

lunes, mayo 01, 2006

¿Y por qué no elegí la unidad de mi nación?

Ante la pregunta ¿por qué no votaste por Lourdes? Las palabras me han quedado cortas.

Aquí van algunas de las razones por las cuales negué mi derecho ciudadano a tan mentada candidata.

No cree en la CVR: y yo he trabajado mucho para dar a conocer el Informe Final y sobre todo las recomendaciones que se desprenden del mismo. No es subjetividad y mucho menos apasionamiento, pues ella misma en un mitin aseveró “las familias de los veintidós mil muertos de la subversión”. Es casi como el pedido de Rafael Rey -parte de la coalición- de “¿en dónde están los DNI’s de toda esa gente?”, desconociendo la realidad de injusticia que miles de peruanos sufren al ser considerados ciudadanos de segunda clase y los que ni siquiera tienen derecho a inscribirse en la ONPE, y por lo tanto es una realidad virtual la de pretender que tengan documento de identificación alguno.

Regaló Tiwinza: junto con un grupo de tránsfugas y avisados por beeper el día en el que se decidía la solución luego del innecesario Pacto de Caballeros firmado por el finado Torres Lara (que dicho sea de paso se añadió el “y Torres”). Y digo innecesario pues se debía hacer cumplir el Tratado de Río de Janeiro. Pero votó a favor de la cesión de la tierra de mis ancestros, tierra que vio el inicio de mi sangre, sangre que luchó por recuperar Leticia y que sufrió cómo el gobierno regalaba también un pedazo de su historia, un trozo de su patria. Ah, Pacarmon hubiera hervido en furia de haberlo visto.

Su entorno: desde pecadores o hermanos de pecadores (a decir del no menos impío tucán) hasta consabidos sátrapas como Luna.

Es mujer: me parece bastante infantil el que ser mujer sea considerada una cualidad política. No podemos calificar a una persona por una característica intrínseca o esperar un cierto patrón de comportamiento por ello. Recordemos sino el sambenito de “es japonesito y trabajador”. Nunca me han dado buena espina los clichés.

Es soltera: creo firmemente que el no haber formado una familia le resta en una sociedad como la nuestra. Lo sé, puede ser absolutamente subjetivo y machista, pero no puedo engañarlos mis queridos lectores y lectoras. Además, siendo ferviente católica, no le conocemos filiación a obras o prelaturas en las que se haya entregado al celibato.

No se representa a ella misma: un grupo de electores que han votado por ella -o dicen haberlo hecho- y que sustentan que es la candidata de la “derecha” no tienen la misma forma de vida que su candidata, o siquiera el estilo. No sé si su papá sea accionista de treinta mil dólares de un cerro que ahora es playa, o si su familia es dueña de tres empresas, o si cambia de carro cada año. Subjetivo también, ¿no?, pero en definitiva no es una mujer que realmente refleje a su electorado, como es el caso de otros candidatos.

Algunos se han colgado de a quienes representa. Como ya antes he expresado en este blog, existen muchos sujetos y “sujetas” que desean aparentar lo que no son y esconder lo que son. Por este motivo me parece deplorable una candidatura a la que cierta clase de gente se ha sumado sólo por lo que les podría significar ser de “derecha”, cuando no lo hacen por la ideología, sino por el prototipo de un seguidor o simpatizante de la derecha. La transparencia ante todo.

Saludos a todos y recuerden que el voto es secreto, compañeros.

CARLOS E. MONTALVÁN

jueves, abril 27, 2006

Carta Electoral

Carlos Emilio:

Después de mucho me decido a escribir para mi blog, y así, hacerlo por vez primera para ti.

¿Sabes?, una preocupación mayúscula anda rondando mi mente.

Y voy a tratar que este medio sea un catalizador de la misma.

A partir de ahora cuando queramos lavarnos las manos papá, mamá y tú vamos a ponernos en fila uno detrás de otro, primero mamá, porque es la dama de la casa, luego tú, porque primero mujeres y niños, y luego papá.

Cuando vayamos a almorzar, tú y yo vamos a pararnos de manera ordenada, para que mamá nos dé la delicia que vayamos a comer.

Ese tipo de organización se llama cola, y hay que ir preparándote.

De hecho me interesa que conozcas la fórmula, porque cuando vayamos a comprar nos vamos a repartir uno en cada caja para poder comprar un kilo de azúcar cada uno, ah, y si te doy una lata de espárragos es sólo para que te acostumbres, así cuando nos den a comprar algo de más no se te haga complicado entender.

Otra cosa mi amor, no es que no podamos comprar pan del día. El hecho que compremos pan cada cinco días es para que se enfríe y esté duro, de esa forma te vas acostumbrando a lo que yo conocí como pan popular.

Pero, en realidad prefiero eso a que tengas que hacer IPM, o tener que soportar viejos resentimientos que nada tienen que ver con tu inocencia.

Y menos con la intolerancia esa de los fusilamientos.

Hijo mío, a ver cómo la pasamos estos cinco años que se vienen y por lo pronto, el voto es secreto compañeros.

CARLOS E. MONTALVÁN