Pensar que lo que empezó como una ácida broma, terminó usándose como un arma política.
Antes de empezar a leer este texto elimine todo rezago de feminismo de su mente, y recuerde que feminismo no existe, sino femineidad.
El pelao premier en un arrebato picón -porque no fue otra cosa- mandó a la tía Lulú a cortar cabello y ofrecer jabón. Hasta ahí nada de extraño.
Pregunta: ¿los freidores de mono, o los peladores de papa se sienten ofendidos cuando lo mandan a uno a ejercer esforzado oficio? Habría que preguntar a los dirigentes sindicales respectivos.
Repregunto entonces: ¿de dónde se le ocurrió a Lulú que Koki Belaúnde, Cacho o el finado Choco estaban siendo ofendidos? Es más, Erasmo Wong, que empezó siendo el chino de la esquina, ¿ha sido ofendido por la “mente brillante”?
En absoluto estimado lector.
Lulú es sapa pues, y si le están dictando acta de defunción política, es mejor tirar barro con ventilador –eso sí, Black Mood, que es “in”- y endilgarle ofensas a los oficiosos peluqueros y bodegueros.
Ahora bien, me parece extraño que ni la señora Tomy, y menos la señito salieran a la palestra, como lo hiciera la jaula. Advenedizos pues.
Y si el pelao la manda cortar eso de lo que adolece su testa, asumo que debe ser para no verla más.
En blanco y negro. La candidata a la presidencia en un acto desesperadamente elegante le pasó la pelota al premier, inventando una falta de respeto y sacudiéndose así de su triste realidad. No tiene cabida en el sillón presidencial. Menos si llama a Lucho Castañeda, quien parece se la llevaría de encuentro de presentarse como cabeza de lista.
Bienvenidas sean las propuestas femeninas: Gloria Helfer, Susana Villarán. Es su hora y ellas de seguro nada de extraño verían en cortar cabello y menos en ofrecer abarrotes, porque ellas sí que saben lo que es trabajar desde abajo, con los de abajo y para los de abajo.
Resumiendo: sólo será una ofensa lo que siento como una ofensa.
A ver si baja al llano pues Lulú y se deja de poner palabras en boca de otros.
CARLOS MONTALVÁN
viernes, diciembre 17, 2004
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