Si hay un músico en Latinoamérica que tuvo la capacidad de plasmar la belleza de lo cotidiano, ese ha sido Charly García.
Con o sin Nito, tuvo una etapa de real armonía literaria, sin dejar de lado la musical.
La belleza trasciende, pues lo que para mí era un descubrimiento -hace más de una década- de lo que significan los dos eternos médanos en ese blondo verano o no saber si reír o llorar de la normalidad de la familia Jones, es menester hoy de muchos de mis alumnos, casi dos generaciones de por medio.
Charly es un loco al cual, a estas alturas del partido, se le puede aguantar el que rompa amplificadores, salte interrumpiendo a sus músicos o se mande mudar en medio de una presentación. Pues el respeto por el público, en su caso, va más allá de verlo sobre el escenario.
Hoy, no es el mismo joven irreverente, es un anciano en decadencia. Hoy no tiene más letras eternas, dice say no more. Hoy su capacidad interpretativa y su agudísima voz están laceradas por los excesos de alcohol, tabaco y todo tipo de psicoactivos que pueda haberse introducido por todos los conductos conocidos en el cuerpo humano.
Hoy, después de haberlo oído hace poco, es más dios que nunca.
Hoy, al aguantar su raspada voz y sus involuntarias inflexiones sonoras, me he dado cuenta que Charly sigue siendo un genio.
Que de ese muchachito que a los 4 debutó y dictaba a los 16, que de ese poeta y músico, y de ese loco, que en él se pondera más que un poco, siguen saliendo las más cuerdas reflexiones, las más acertadas aseveraciones cual guadaña en campo cerrado.
A la pregunta necia de: ¿qué opinión tenés sobre las presentaciones en el Luna Park de Ricardo Arjona? El desquiciado y realista de Charly respondió: ¿y quién carajo es Ricardo Arjona?
Albricias, albricias. Loas sean dadas, cánticos de fervor y henchidos pechos de emoción ante la realidad más real de todas las realidades.
Entre vates y cantores Charly es voz autorizada.
Sigan escuchando a ese tal Arjona, sigan comprando sus discos, sigan aprendiendo sus canciones. Gracias a la ignorancia existe la erudición. Gracias a la huachafería se realza la estética.
Sigan pues consumiendo -como dije hace unos blogs- lo que millones de moscas no pueden estar equivocadamente comiendo.
CARLOS E. MONTALVÁN
viernes, octubre 20, 2006
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3 comentarios:
Sigue escribiendo, querido Carlos, es pura poesía, arte, dilección. Después de más de 5 décadas, yo también admiro a Charly, ciertamente de músico, poeta y loco todos tenemos un poco.
Todos tenemos un poco de poetas y locos... pero no todos nos atrevemos a expresarlo... atrevámonos!
Carlitos como estas? Disculpa que no tenga tildes en esta PC, pero te queria preguntar - si es que ya no lo has escrito en un post anterior - si pudieras escribir sobre tu aberracion a Ricardo Arjona, algo que comparto de varias maneras, pero que quisiera saber realmente cual es tu punto de vista respecto a el.
Por lo que soy yo, me parece odioso cuando pretende ser un Silvio de feria.
Mientras se quede en lo suyo (baladas pop romanticonas, pero sin dramas existenciales) creo que seria "pasable".
En fin, un abrazote y saludos a toda la family.
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