miércoles, marzo 30, 2005

Niños índigo

Hace poco (cinco años más o menos) se ha puesto de moda una calificación especial para niños especiales (no con necesidades especiales, como se les denomina actualmente a los niños con síndrome de Dawn), esta es la de Niños Índigo.
Muchas teorías se tejen sobre este tema. Es más, en mi familia política plantean haber descubierto que uno de los niños es tal: un Niño Índigo.
Pero, ¿qué significa realmente ese término?
El color índigo fluctúa entre el violeta y el azul, es muy pocas veces reconocido, es decir, no es fácil ubicarlo. Hasta aquí nada nuevo.
Sin embargo, aquí viene algo que entra en contradicción con quienes pertenecemos a la cultura occidental u occidentalizada, y como tal, pertenecientes a la Iglesia Católica.
Resulta que el ser índigo es una clasificación dentro de la cultura oriental. Esta postula que el color del aura indica el color de tu existencia. Es decir, estos niños tienen un aura color índigo.
El aura está relacionada con los siete chakras en este caso, por tanto no estamos hablando de una irradiación luminosa, sino de una concentración particular de energía dentro del cuerpo. Esto no es sino el Sankrist presente en el cuerpo etérico, así como en el astral.
¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?
Yo sabía que sólo teníamos un cuerpo dotado de alma y espíritu.
Pero resulta que el ser índigo trae consigo el poner de manifiesto dos cuerpos: el etérico y el astral.
Creo que ya nos vamos dando cuenta ¿no? Voy sacando conclusiones para no hacer muy largo este texto.
1. Nunca he visto a un hinduista que haga adoración al Santísimo como ejercicio de relajación y de mejoramiento de la circulación. Sin embargo sí a muchos católicos haciendo yoga.
2. No conozco a un budista que crea en la resurrección. Pero sí a muchos católicos que creen en la reencarnación o lo que es peor, en la transmigración.
3. Gandhi admiró a Jesucristo, pero nunca relativizó su religión hacia el cristianismo. Muchos católicos leen afanosos a Deepak Chopra y creen que sus palabras son palabras de vida.
4. ¿Ya se han dado cuenta de lo que quiero decir?
No me opongo a la práctica del yoga, ni a que escuchen a The Beatles en la etapa con su gurú. A lo que sí me opongo es a que se haga un sincretismo religioso.
¿Hasta cuándo vamos a relativizar nuestra fe?
Es muy fácil para nosotros mezclar ideas con ideologías.
El niño índigo es un invento de otra cultura. MUY RESPETABLE, pero no de la nuestra, o acaso creemos en el tunchi, el chupacabras, el pishtaco. Y estos personajes sí que son de nuestra cultura. De nuestra real y verdadera cultura. Pero como no queremos “cholearnos”, o como dicen ahora “marronearnos” entonces optamos por la ancestral cultura del oriente.
Entonces pues señoras y señores, está bien que Eliane haga su pago a la tierra, o que el chino haya consultado a Rosita Chú, pero... ya estuvo bueno no creen?
Y si sientes que hay un niño índigo cerca, no es que sea índigo, sino que es un niño lleno de amor, con padres raros, que aman a su hijo y se dan tiempo para él.
Que vivan los niños. De todos los colores, y de todo corazón.
CARLOS MONTALVÁN

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