Hace unos días, mientras almorzaba, una persona comentaba que ahora que un ser de su descendencia estaba en el mundo artístico era un poco más culta.
Que gracias a que acompañaba a su ser querido a los ensayos sabía a qué pertenecía "Elixir de Amor".
Bueh... no sé hasta cuándo seguiremos creyendo que un arte menor te hace más culto, pero ahí está nuestra incultura. Es más, muchos amigos músicos con alta formación se rasgan las vestiduras cuando yo le doy poca o nada de importancia a la ópera, y ni qué decir de la zarzuela.
El punto a tocar es que esa misma ignorancia nos hace deslumbrar ante figuras de renombre en el extranjero, como Juan Diego Flórez. A esta misma persona del comentario culto le dije que gracias a las gestiones de músicos de aquí, limeños o radicados en Lima -entre ellos y a la cabeza mi madre- habían logrado, después de los caves que la ex directora del Conservatorio Nacional de Música puso, la ley que le diera nivel universitario a su institución.
Y vienen años de seguimiento, en los que con marchas pacíficas (cargando contrabajos por la Av. Emancipación) y pronunciamientos, así como gestiones en el mismo Ministerio de Educación se persigue ese sueño logrado.
Lo triste es que esta persona sugirió que era gracias al pedido del tenor Flórez que se había alcanzado el nivel universitario.
En fin, sigamos escuchando ópera y sintámonos taaaaan cultos.
CARLOS E. MONTALVÁN
viernes, setiembre 18, 2009
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1 comentario:
Es el mejor elogio hecho a tantos personajes que durante cien años lucharon para conseguir este espacio en la sociedad. Para los músicos académicos, para los que estudian, para los que se profesionalizan, de la misma manera que un físico, un médico, un arquitecto.
Buenos vientos soplan para la música.
Esperemos que nuevos, también.
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