jueves, enero 25, 2007

Al pituco dile NO

La campaña del NO que se viene realizando en distritos de lo más señoriales es menester de mis reflexiones en esta ocasión.

Para quienes no tienen idea de la campaña, deben saber que en las llamadas “zonas residenciales” dignísimos y dignísimas vecinos y vecinas, y digo digno como sinónimo de blanco y no de un cholo de mierda, han alzado su voz de protesta porque están convirtiendo sus distritos en La Victoria, a decir de una vecina de San Isidro.

El contenido racista que tiene la campaña desluce lo que podría ser un alzar las voces por un motivo justo.

Por ejemplo, quienes hayan pasado por la Avenida El Golf Los Inkas, que une Surco a La Molina, pueden haber caído en la cuenta, o no, del nombre de la misma.

El Golf Los Inkas es un exclusivo club de ciudad, a usanza del golf de San Isidro. Por cierto, la cuota de inscripción es una suma que rebasa los cuatro ceros. Pues bien, los dignos vecinos han alzado su voz de protesta porque El Bosque -sí, ese club que se encuentra en Chaclacayo y que no precisamente alberga a los más blancos socios, ni a los pagadores de sumas de más de cinco cifras- acaba de comprar por seis millones de dólares un terreno imponente para fundar su sede de ciudad.

¿Por qué no solicitan que el Golf Los Inkas se mude a otro lugar? ¿Por qué los vecinos no reúnen firmas para que los BMW’s, Mercedes y Audis dejen de circular por ese tramo?

En el mismo distrito, Surco, otro grupo ha pataleado porque en el cruce de Velasco Astete y Primavera iban a inaugurar un Plaza Vea. Y digo iban pues el proyecto se ha truncado hasta nuevo aviso.

En este caso no entiendo por qué los mismos vecinos no se han quejado de que haya un T’anta o un Delicass cerca en la misma Primavera, pues si es una zona residencial, se debería cumplir el mismo parámetro. Pero creo tener la respuesta: al T’anta o al Delicass no entra cualquier cholo de mierda, y si entra un cholo de mierda es porque tiene plata, y claro, la plata blanquea en esta sociedad. Sí pues, porque tener doce soles para un pan con palta y dos pedazos de pastrami hace la diferencia. No será lo mismo comprar en Plaza Vea tu pescado con tres soles.

Por último, el nido La Tía Carmela está pagando pato por los amargados de viejos que viven en las zonas aledañas. ¿Qué no daría yo porque el nido de mi hijo esté en la misma cuadra? Pero, claro, como ya crié, ya corregí y ya aguanté, ¿por qué ahora tendré que aguantar niños de otros? Es más, si no fui yo quien crió, corrigió y aguantó, sino la nana.

Al pituco dile NO, no pierdas ni malgastes tus ganas y tiempo en defender causas injustas y poco equitativas. Y si eres periodista no trates de congraciarte con quien te da de comer abriendo tribuna de lo injusto. ¿Ya Chichi?

CARLOS E. MONTALVÁN